Mansio viaria Aquis Originis: Descanso de los viajeros que empleaban las calzadas romanas de la antigüedad.
Esta es la primera mansión viaria que nos encontramos en el camino de la vía XVIII (Vía Nova) del itinerario Antonino al adentrarnos en el actual territorio de Galicia, más exactamente entre las millas 38 y 39 del citado itinerario y cerca de un afloramiento de aguas termales en la Serra do Xurés en territorio Orensano.
Su función principal, sería la de dar cobijo a los viajeros que recorrían la Vía Nova entre Brácara Augusta y Asturica Augusta.
Estas mansiones surgirían por el enorme tránsito de esta calzada, que era de las pocas vías de comunicación que unían varias regiones y por lo tanto facilitarían el comercio de materias primas tales como el oro, que provenían de lugares como las Médulas, en la comarca del Bierzo en la provincia de León.

Su construcción inicial data de época Alto Imperial, pero esta está actualmente arrasada. Las partes que se conservan corresponderían a una segunda fase edificatoria entorno a finales del siglo II d.n.e. y principios del III, constatándose diversas reformas hasta finales del siglo IV d.n.e. o principios del V.
Su extensión original rondaría los 500 m², con un sector residencial o pars urbana, que estaría dotado con complejos termales privados, peristilos columnados y probablemente, suelos profusamente decorados con mosaicos o pavimentos, así como pinturas decorativas en las paredes.
En la actualidad podemos ver tres espacios correspondientes a lapars urbana. Quizás el más espectacular sea el que corresponde a la zona del hipocaustum muy bien conservado y que funcionaría a modo de calefacción de las estancias así como para dar servicio a la zona termal, donde calentaría el caldarium o piscina de agua caliente. También podemos observar un espacio reservado a la cocina y un tercero que obedecería a un patio situado entre los dos espacios anteriores.
La villa se ubica en pleno Parque do Xurés, Reserva de Biosfera, a escasos metros del curso fluvial del Río Caldo y a muy poca distancia de un hermoso paraje formado por A Corga da Fecha. El lugar probablemente fue elegido por que justo allí emanaban aguas termales, muy apreciadas por los romanos. Estas aguas fueron aprovechadas para crear unos fantásticos baños calientes y sistemas de calefacción que disfrutaban los habitantes de la mansión. En el lugar se encontraron diversas piezas, como monedas y otros objetos de oro y mármol. Estos hallagos descansan para su disfrute en el Museo Arqueológico de Ourense.

Una breve parada técnica en Aquis Origins
(Texto obtenido del Centro de Interpretación Aquae Querquennae)
Transcurridos unos días de descanso e inspecciones relacionadas con la tributación al fisco imperial, Lucio Didio Marino partió para Bracara, recorriendo el tramo del valle del Limia por el que se encaja la Vía Nova, hasta la mansión también quaquerna, de Aquis Originis, en el Río Caldo actual.
El nombre de la mansión, cuya traducción, de aceptar la versión del códice que la transmite, sería “Aguas del Origen”, resulta de etimología poco explicable, salvo que se trate de una mala transmisión del topónimo Aquis Ocerensis del Anónimo de Ravena, que vendría a confirmar la dedicatoria a Ocaera, de San Joao del Campo, y el grafito con la letura Ogeresibus, aparecido recientemente en Baños de Río Caldo. Desde Aquis Querquennis a Aquis Origins hay tan sólo trece millas, que Lucio Didio y su comitiva tenían andadas ya a la hora de almorzar. Los mensajeros imperiales habían anunciado su llegada y todo estaba dispuesto para comida. La nueva mansión contaba también con aguas termales, pero el núcleo urbano era muy reducido, por lo que el edificio hostelero oficial campaba por su imponencia dentro del conjunto.
Este se encontraba la unos trescientos metros al sur de los manantiales termales , donde, sin embargo, existía un edículo dedicado a ninfeo ( recientemente apareció un ara que lo demuestra), que Lucio Didio Mariño quiso visitar para ofrecer la estas divinidades un altar de pequeñas dimensión. Sin embargo, prefirió tomar el baño de rigor, anterior a la comida, en las excelentes instalación termales de la mansión, pese la que agua de la psicina de su caldarium rea calentada artificialmente hipocausto.
Concluido el almuerzo y, tras un breve reposo de nuevo se puso en marcha el cortejo procutatorial para iniciar la difícil travesía del Xurés hasta la mansión de Salaniana donde Didio Mariño decidirá pernoctar.
