En la actual provincia de Ourense a poco más de siete kilómetros del pueblo de Bande se encuentra el destacado yacimiento arqueológico de la Baixa Limia, que incluye un antiguo campamento de la Legión VII Gemina y una mansión viaria. La legión debió desplazar hasta allí una de sus cohortes para encargarse de la construcción, el mantenimiento y la seguridad de la Vía Nova o Vía XVIII, que unía Bracara Augusta (Braga, Portugal) con Asturica Augusta (Astorga). Además servía para vigilar y controlar esta parte de Ourense, zona muy rica para los intereses de los Romanos.

El nombre del campamento proviene posiblemente de Aquis (aguas) Quaequernos (tribu que había en la zona antes de los romanos). En las cercanias se encontró un milario romano (especie de marca de caminos en piedra) con una inscripción que decía «Aquis Quaequernos». Se cree que la presencia de aguas termales en esa zona fue determinante para que una guarnición romana de infantería y caballería asentase allí su campamento. Los romanos ya conocían las cualidades de este tipo de agua y no dudaron en aprovechar todos los beneficios de este recurso termal.
A juzgar por los resultados de las excavaciones, el poblado de Aquae estaría habitado entre el 75 a.C. y el 30 d.C., siendo posteriormente abandonado como campamento, permaneciendo la mansión como posada para viajeros hasta la edad media, floreciendo tras la marcha de los militares formándose un pueblo a su alrededor, pero no consiguió llegar a nuestros días como sucedió con otros campamentos que se convirtieron en las actuales ciudades y villas.
Investigación y evolución patrimonial
Las primeras intervenciones
Al comienzo de los años 20 se inició la investigación de las ruinas del antiguo poblado de Baños de Bande cuando los destacados galleguistas orensanos Ramón Otero Pedrayo, Florentino López Cuevillas y Vicente Risco se acercan hasta el lugar en la compañía del abogado Farruco Pena, natural del municipio de Bande.
Siguiendo sus indicaciones, los vecinos de la localidad abrirán una zanja que revelará la existencia de un muro de buen aparejo y algunos restos cerámicos. Desde este momento, el yacimiento pasará a formar parte de los habituales catálogos eruditos de la época e incluso será visitado durante el “tour” que la Comisión Provincial de Monumentos Históricos y Artísticos de Orense efectúe por esta zona en 1935. Sin embargo, durante esta nueva década no se produjeron nuevas intervenciones en el lugar. El estallido de la Guerra Civil (1936-39) terminaría por dinamitar cualquier empresa en este sentido y, como sucedió en muchos otros sitios, entre los planes del gobierno franquista se contemplaba la construcción de un embalse en Las Conchas y el anegamiento de buena parte de valle del río Limia.
Por lo que respecta al patrimonio arqueológico, las aguas del embalse cubrieron por completo el yacimiento de “A Cibdade”, así como buena parte del trazado de antigua vía Nova (o XVIII) que unía Braga y Astorga atravesando la provincia de Ourense. Poco a poco, el rico patrimonio arqueológico local cayó en el olvido.
La vuelta a las excavaciones
A partir de los años 70 se reinició la actividad arqueológica tras varias décadas de olvido gracias al esfuerzo de A. Rodríguez Colmenero. En 1975 se abrieron tres nuevas catas en las que comenzaron a documentarse los restos del antiguo recinto militar romano y del poblado extramuros . Los trabajos se retomaron en 1978 y, de modo regular, continuarían durante la década de 1980, exhumándose entonces buena parte del trazado amurallado – incluida a porta decumana- y varias edificaciones internas –barracones, ualetudinarium, horrea-. Estas primeras intervenciones servirían asimismo para la formación de numerosos arqueólogos y profesionales en el ámbito del Patrimonio Cultural.
Consolidación como referente patrimonial
La década de 1990 supuso la entrada del sitio arqueológico en una nueva fase científica, administrativa y patrimonial. Se creó la Fundación Aquae Querquennae-Vía Nova, promovida por Unión Fenosa, la Universidad de Santiago, la Consellería de Cultura de la Xunta de Galicia, el Ayuntamiento de Bande, la Deputación Provincial de Ourense y el mismo Grupo Arqueológico Larouco, lo que permitirá la articulación de un nuevo marco para la gestión del yacimiento basado en un notable respaldo institucional. Igualmente, se inaugurará el Centro de Interpretación de la Vía Nova y Museo de la Quarquernia.

A inicios del presente siglo, las iniciativas se focalizarían en la fortificación militar, alternándose fases de excavación con otras de consolidación y restauración. Como resultado, verán la luz los restos de edificaciones como los principia (2003-2005), parte de los horrea (2006-2007) o nuevos barracones (2007-2008), al tiempo que se completaría la excavación de otros espacios intramuros y de la misma muralla.
Como consecuencia de todas iniciativas, el yacimiento arqueológico de Bande es, hoy en día, uno de los asentamientos militares romanos más intensamente explorados de la península ibérica y, uno de los mejor conocidos tanto para el gran público como para la comunidad científica especializada.