¿Por qué un campamento Romano en Ourense?
Ya muy avanzado el siglo I de la era, en los tiempos del emperador Vespasiano, Roma decidió abrir una ruta más corta y directa entre Braga y Astorga, la llamada Via Nova, a través de las tierras interiores de la Gallaecia, que inauguró en el año 79, en el nombre del emperador Tito, su legado y gobernador de la provincia de Hispania Citerior, Cayo Calpetano Quirinal Valerio Festo. Se trataba de una necesidad sentida por todos los habitantes de la Gallaecia, que Roma se apresuró a solventar, no solo para dar satisfacción a los indígenas demandantes sino también para acelerar el proceso de urbanización de estas apartadas comarcas y, al mismo tiempo, establecer un más idóneo control sobre los recursos mineros de la zona.
El legado en persona, en medio de una comitiva de más de cien acompañantes, apareció por estas tierras para inaugurar la vía en una atardecer de Agosto del año 79. Fue alojado en el pretorio del campamento y, despues de tres días de convivencia con los soldados, partió para Braga, retornando, una semana después, desde la capital del convento para Aquae Flaviae (Chaves), donde tuvo que efectuar, también aqui importantes inauguraciones.

Fue por tanto, debido a las labores de construcción de la vía que se asentó este campamento militar en las riberas del Limia, ya en el extremo oriental del territorio de los Quarquernos, por cuanto eran entonces los ingenieros y demás técnicos militares los encargados de planificar y dirigir la apertura de las nuevas rutas oficiales de Roma.
Edificación
Por otra parte, el campamento de Aquis querquennis destaca por el cuidado geometrismo de su planta y por la perfección del cinto defensivo que el circunvala, del que la muralla, con sus imponentes puertas, constituye un elemento destacado. De alta importancia es la cuidadosa atención desplegada durante su trazado y , una vez finalizada a obra, la admiración suscitada entre todos los habitantes de la comarca ante monumento tan singular. Incluso, entre los militares de la guarnición, era unánime a opinión de que superaba, tanto en eficacia como en belleza, a los establecimientos de naturaleza similar existentes en los demás limites, pese a no tenerse empleado argamasa de cal en el amalgamamiento de los mampuestos graníticos.

Al excavarse el sector septentrional de la muralla se encontró, a la pie de obra, una plomadilla cónica, con enganche de hierro para la suspensión, que algunos creen formaba parte de la groma con la que fue trazado el campamento, así como improntas de pies de polipasto, indicio de los métodos que los constructores emplearon en el levantamiento de muros y puertas. Se comprobó también que el material empleado en la erección de las paredes fue el granito, al mismo tiempo que se utilizó la teja para el recubrimento de los edificios prinicipales, mientras que en otros se recurrió a la paja para la misma finalidad.